Regalo de momentos – capítulo 2

Ya os conté mi idea de autoregalo por mis 30 añazos en el capítulo 1.

Para mi PRIMER MOMENTO he elegido ser yo la única protagonista, un momento para mí (y os prometo que no tengo por costumbre ser la primera…).

Pensé…¿Piedad, qué te apetece hacer? Y lo primero que me vino a la cabeza fue “¡CABARET!”.

Había visto por todos sitios la publicidad de que estaría en Córdoba el musical, un día incluso miré los horarios de las funciones…pero no me decidía. Al hacerme la pregunta yo misma…salió mi instinto más musical y bohemio, y es que me encanta cantar, sobre todo en el coche cuando voy sola (que son muy pocas veces…y en la ducha ya solo canto “un barquito chiquitito” para calmar a la bebé mientras que termino de secarme). Pregunté a papi para confirmar que me hacía el relevo, #somosequipo, y me compré mi entrada en la fila 3 de butacas…¡qué emoción!

Llegó el domingo y me puse un vestido y mis botas de tacón, sí, de taconazo, y no me despedí de mis peques con un beso por si olían mi plan. En el coche sola cantaba una versión propia de la intro del musical…por poco llueve y todo 😂.

Cuándo me acercaba a la entrada del teatro me di cuenta de que efectivamente iba sola, que ya se me había olvidado andar con tacones y que había cambiado la bolsa de maternidad por mi precioso y pequeño bolso color negro después de muuuuuuuuuuchos meses sin usarlo. Hasta me quedé sorprendida cuando el pdf de mi entrada desde mi móvil servía en taquilla, “qué modernos” pensé (esto es de vieja total, lo sé, pero es que no salgo mucho a eventos así de sofisticados).

Empieza el show y en la primera canción de presentación ya se han tocado todos sus partes más íntimas, por encima de la minúscula ropa, y después se han chupado el dedo. Lo peor es que a mi lado había un adolescente con sus padres que, impactado como yo, se colocaba bien las gafas, no se quería perder nada, “por fin mis padres me han traído a un sitio en condiciones” pensaría. Yo, por el contrario, estaba algo incómoda…”¡aayyy con lo que yo molaba!”…(otra vez la vejez que me arrolla).

Pero luego fue mejorando mi actitud y el espectáculo, me encantó, me emocionó…aunque después de 1 hora no podía evitar escuchar a mi madre (alias pepito grillo) que me decía que me había equivocado al coger la butaca en la tercera fila…y es que me dolía muchísimo el cuello…si es que hay que escuchar más a las madres que son sabias, algo pesadas pero muy sabias.

Durante el pequeño descanso del espectáculo, todos charlaban y yo entretenida mirando Instagram y Facebook aparentando que no me importaba en absoluto estar sola. Pensé que gracias a las redes sociales no estamos tan solos y compartimos mucho, pero en realidad qué bonito hubiera sido compartir mi emoción en ese momento con otra persona, en directo, a mi lado.

Al terminar el show me vino un impulso de subir al escenario y ponerme a cantar “¡cabaret!” como loca…pero me limité a aplaudir y ponerme en la cola para salir, nunca he sido mujer de llamar la atención…eso se lo dejo a papi.

A medida que me alejo del teatro, ya de noche, de nuevo me siento sola, y aparecen mis conocidos miedos (chica con vestido y tacones andando sola a oscuras…típico inicio del capítulo de “crímenes imperfectos”). Os tengo que confesar que recibí un par de miradas incómodas que me hicieron acelerar el paso, entrar en el coche y presionar el botón de cerrar puertas…como mujer me siento vulnerable en muchas ocasiones, por eso prefería tener niños en vez de niñas…por eso y por muchas cosas más…¡menos mal que nosotras tenemos a superpapi que nos cuida!

Llegando a casa, las princesas están en las bolas con papi, la hermana mayor me recibe con la cara pintada de mariposa y sudando feliz, se había divertido mucho, pero la bebé (que me consta que no paró de jugar con papi en las colchonetas todo el rato) comenzó a llorar y a darme cabezazos en el pecho (es su señal de que quiere su teti y dormir un poquito). No me han echado de menos en este ratito, pero se alegran al estar juntas de nuevo.

Resumen de mi PRIMER REGALO DE MOMENTOS:

  • Sé que es bueno estar un rato a solas con uno mismo…pero NO ME GUSTA…prefiero estar bien acompañada. Suerte que el resto de regalos incluyen a otra persona conmigo.
  • Dos días después soñando que soy cantante de musicales (en alguno más discreto que Cabaret, claro…)
  • En un arranque de inspiración contacto con Nacho Lozano y me apunto para acudir a sus ensayos con el coro Gospel Córdoba. Creo que retomar ese hobby me sentará muy bien.
  • Orgullosa de papi que me anima en todas mis locuras, es mi amigo, mi media naranja, mi amor.

Bueno, y ahora, ¿cuál será el siguiente elegido para mi SEGUNDO regalo de momentos?

…continuará…

Un comentario en «Regalo de momentos – capítulo 2»

Deja una respuesta