Hoy he dejado al bebé y a la hermana mayor con los abuelos y titos a las 14 h… y he vuelto a recogerlas ¡a las 21 h.!…(solo he llamado 2 veces y he mirado el móvil unas 1000 veces…) y resumo brevemente la experiencia: ansiedad cuando he cogido el abrigo para irme y dejarlas, más ansiedad mientras me alejaba andando por la calle, relajación justo a la vuelta de la esquina, sonrisas e ilusión mientras charlaba con unos amig@s que no veía desde hace años, orgullo al enseñar las fotos de mi familia, y después de unas horas disfrutando de ser una mamá sin niñas sentada en un bar de copas (que parecía imposible hace una semana)…llego a casa de los abuelos y la hermana mayor directamente pasa por mi lado y va a abrazar a su papá primero…(chassssssss ya se me ha borrado la sonrisa) y la bebé en brazos de su abuela con una galleta riquísima que le impide hacer el mínimo gesto al verme…(y yo con el pecho que me va a explotar al saber que ya estaba llegando a su lado)…
Conclusión: ellas han estado encantadas toda la tarde, mimadas y felices, a los abuelos y “titosdelipad” se les cae la baba, la bebé no se ha acordado de la teta entre potito, fruta, yogur y galletas, y la mamá ha pasado un rato “distinto”, y para mi sorpresa ahora no me siento muy “malamadre”.
No ha sido para tanto…creo que voy a planear otra “escapada”…pero esta vez con el papi claro!!
La vida ha cambiado mucho desde que fui madre hace 30 años. Pero las situaciones y los sentimientos son siempre los mismos. Ánimo todo pasa y es muy bueno compartirlo. Un beso.