Sentados los 4 en un bar cenando (lo hacemos mucho…es que a mami le encanta la calle) la hermana mayor me mira y me dice al oído “mami,te quiero”…😢😢😭😭😍😍 le beso una y otra vez mientras nos abrazamos…y seguimos así durante 60 segundos, los que quisiera guardar en un frasco y volver a vivir miles de veces más…fue precioso, espontáneo, verdadero. Y digo esto porque, para mi sorpresa, tras esa frase no hubo ninguna petición especial por su parte (helado, chocolate, chuches, dejar de cenar…) ni trastada ni roturas y mi móvil estaba a salvo en la mesa…así que efectivamente fue sincero, pura expresión de emociones que traspasaron mi corazón y mi alma.
Pero curiosamente, el primer sentimiento que se me viene a la cabeza al recordarlo es TRANQUILIDAD, porque al fin y al cabo lo estoy haciendo bien, vamos superando etapas juntas y, a pesar de no ser una superwoman, mi pequeña me quiere, y yo con esas palabras y ese momento ya tengo combustible para muuuuuuuchos días grises que queden por venir.
Yo si que te quiero mi princesa.
Ya sé que me enfado mucho, que te exijo, que a veces te he gritado, que te obligo a terminar el plato de comida, que no te doy todas las chuches que pides, que hay días que no te he prestado atención por el trabajo o por atender al bebé… aún así me quieres, me abrazas diciéndome “hoy tengo mamitis”… y quiero pensar que es porque también jugamos mucho, coloreamos, nos reímos y bailamos, te doy miles de besos al día, te cuido con todo mi cariño cuando estás malita, te dejo “trabajar” conmigo en el ordenador, me baño contigo y dormimos juntas cuando tienes miedo.
“Mira mami, mi sombra está dentro de la tuya, me encanta”
Y a mí me encanta escucharte cuando volvemos a casa del cole. Cuando no estamos juntas te echo muchísimo de menos, pero también disfruto cuando llego y me abrazas y nos contamos lo que hemos hecho.
Orgullosa de ti, yo sí que te quiero mi princesa. Mami siempre estará a tu lado, pegada a ti, jungando a juntar nuestras sombras.