Esta noche la hermana mayor se ha dormido sola en su cama abrazada a su muñeco bebé…sí…has leído bien…la he dejado en su cama, he ido a ponerme rápido el pijama y cuando he vuelto a su lado a leerle el cuento…ya estaba dormida. Me he sentido muy bien, orgullosa de ella.
Estoy convencida de que cada peque tiene su ritmo (papi siempre me lo dice), y hay que dejarle espacio y tiempo, sin presionar, pero sí empujándole un poquito. No me ha preocupado cuando los dientes tardaron mucho en salir, ni que andara al año, que hiciera “las palmitas” o que dijera “mamá”. Incluso sabía que tarde o temprano le gustaría la fruta y le crecería el pelo.
Pero confieso que sí me ha obsesionado bastante que mi niña pudiera dormir sola y del tirón, y no solo porque yo necesite desesperadamente dormir 6 horas seguidas. No se trata de “aprender” a dormir sola, sino que depende más bien de su personalidad, del entorno, de las experiencias que viva, que le harán ser más o menos miedosa por quedarse sola o a oscuras, al oir ruidos o ver sombras…
Mi principal preocupación es su autonomía, que no sea dependiente ni de mami ni de papi ni por supuesto de ninguna otra persona (amig@s, novi@s…), que ella tenga el control. Y en base a esta idea intento día a día educarla, igual que a su hermana, y les permito “explorar” el mundo que tienen a su alrededor, intentando no contagiarles mis numerosos miedos. Les dejo ratos jugando “a solas” para que se acostumbren a que mami no está siempre en la misma habitación (aunque sí pegada a la cámara de vigilancia), la casa está adaptada a ellas para que puedan ir de un lado a otro sin peligro (papi de todas formas quiere comprarles un casco).
Hasta hoy hemos conseguido que la hermana mayor sea una niña bastante independiente, pero con el tema del sueño no ha sido así. Tal vez porque desde que nació dormía encima mía o en nuestra cama todas las noches, y después era papi quien no quería sacarla de nuestra cama. Con casi 3 años, antes de llegar la bebé, seguí una corazonada y empecé a jugar con ella por las tardes en su habitación, le puse un espejo en la pared y lo pintamos de rosa y le encantaba bailar y mirarse, papi le pegó unas estrellas en el techo que se iluminaban en la oscuridad, y cada noche la echaba en su cama y me sentaba a contarle un cuento mientras que le hacía cosquillas hasta que se dormía, habíamos dado un gran paso juntas.
En este último año, he intentado en varias ocasiones que se acostumbrara también a domirse sola, y me iba de la habitación contándole alguna excusa (voy a beber agua, voy a hacer pis, voy a ponerme el pijama…) pero mi princesa aparecía por el pasillo. Estos meses ha dormido en su cama todas las noches (menos cuando ha estado malita o la noche que venían los reyes magos) siempre acompañada de su papi que se queda dormido en la segunda hoja del cuento y después de 20 minutos tengo que ir a despertarle.
Pero hoy se ha dormido ella sola, quizá porque estaba más cansada que otros días, incluso ha apagado ella misma la luz de su mesita. Un minuto antes me había preguntado “mami, ¿hoy viene papi tarde?¿me va a contar el cuento?”, y entonces lo he comprendido, y es que no se trataba de que no pudiera dormirse sola, sí puede, y eso me tranquiliza, pero en realidad prefiere que papi se quede con ella y la tenga entre sus brazos, eso es lo que quiere, pasar más tiempo con él (que a mí me tiene muy vista). Los niñ@s son más fuertes e independientes de lo que pensamos, pero a la misma vez nos necesitan para su desarrollo y felicidad.
Mi princesa hoy duerme sola, pero echa de menos a su papi cerca.
Él siempre me ha insistido en que debemos tener paciencia y esperar a que ella esté preparada para dormirse sola, pero creo que ninguno de los dos lo está aún, así que les seguiré dejando su ratito juntos al dormir, e ir a todos lados en brazos, apoderarse del columpio en el parque, saltar y saltar en mi pelota de pilates, comer los fines de semana solo patatas y huevos…en fin…
Pero lo que papi no sabe es que muy pronto se le acumulará el trabajo porque la bebé ya empieza a reclamar su atención con más fuerza…sí sí…a golpe de llanto…tiene a una buena maestra. Mi consuelo es que papi tiene dos brazos fuertes y una espalda sana, así que dejemos al rey con sus princesas.
PD: Ya han pasado algunos días desde que escribí estas palabras, y la hermana mayor ha conseguido dormirse sola casi todas las noches, sólo había que esperar a que estuviera preparada. No se nos puede olvidar que solo son niñ@s.